MODOS
DE PRODUCCIÓN EN EL PERÚ Y
AYACUCHO
Apuntaré una constancia final, la de que en el Perú actual coexisten
elementos de tres economías diferentes. Bajo el régimen de economía feudal
nacido de la conquista, subsisten en la sierra algunos residuos vivos todavía
de la economía comunista indígena. En la costa, sobre
un suelo feudal, crece una economía burguesa que, por lo menos en su
desarrollo mental, da la impresión de una economía retardada.
Claramente para Mariátegui, el feudalismo y el capitalismo se
entrelazan y se benefician mutuamente, mientras el modelo agrario va
desapareciendo paulatinamente.
Mariátegui analiza la realidad peruana de manera compleja, planteando
que existe una enredada relación entre tres modos de producción:
- El
modo feudal
- El
imperialista capitalista
- El
comunismo indígena
El modo feudal perdura en el tiempo desde la época colonial, tanto
Haya de la Torre como Mariátegui ven que existe una continuidad de este modo
feudal, esto no se ve en otras zonas, es clave en el mundo andino, una
característica.
"La clase terrateniente no ha logrado transformarse en una
burguesía capitalista, patrona de la economía nacional. La minería, el
comercio, los transportes, se encuentran en manos del capital extranjero.
Los latifundistas se han contentado con servir de intermediarios a éste, en la
producción de algodón y azúcar. Este
sistema económico, ha mantenido en la agrícola,
una organización semifeudal que constituye el más pesado lastre
del desarrollo del país.
La supervivencia de la feudalidad en la Costa, se traduce en la
languidez y pobreza de su vida urbana. El número de burgos y ciudades de la
Costa, es insignificante. Y la aldea propiamente dicha, no existe casi sino en
los pocos retazos de tierra donde la campiña enciende todavía la alegría de sus
parcelas en medio del agro feudalizado.
En algunos espacios se considera que esta estructura no varía con
la Independencia, en otros consideran que en verdad si hubo algunos cambios,
con la aparición del capitalismo a mediados del siglo XIX.
"La Revolución de la Independencia no constituyó, como se sabe, un
movimiento indígena. La promovieron y usufructuaron los criollos y aun los
españoles de las colonias. Pero aprovechó el apoyo de la masa indígena"…
"La aristocracia latifundista de la Colonia, dueña del poder, conservó
intactos sus derechos feudales sobre la tierra y, por consiguiente,
sobre el indio. Todas las disposiciones aparentemente enderezadas a protegerlo,
no han podido nada contra la feudalidad subsistente hasta hoy.
La clave de Mariátegui es que hay una ligazón entre el modo Feudal y el
modo capitalistas, que están yuxtapuestos y que esta relación no hace más que
reforzarse mutuamente, donde no se generan relaciones de trabajo libres, sino
que se refuerza el feudalismo, se refuerza a la vieja oligarquía que está ahora
entrelazada con el capitalismo.
Lo que va a plantea Mariátegui en vez de hacer un Frente como propone el
APRA es construir un Partido Socialista, donde la clase obrera tenga un rol
fundamental. Entonces tenemos por un lado a la clase obrera y por otro lado al
sector indígena. Esta cuestión (la indígena) es entendida por Mariátegui por
una cuestión económica-social más que cultural, sobre todo una cuestión que
tiene que ver con la tierra "El problema no es racial, sino social y
económico".
Él va a pensar al indígena como campesino y que el problema central
es la tenencia de la tierra que les fue arrebatada, una vez que en la
revolución se le devuelva la tierra, el indígena se convertiría en un actor
emancipado. Hay otros elementos culturales-étnicos que Mariátegui tiene en
cuenta subordinados a la cuestión principal que es socio económico y son los
que tienen que ver con la culturalidad (interculturalidad, interculturalidad).
Para Mariátegui la revolución es posible y es necesaria para cambiar el
orden de las cosas, esta se daría armando un partido socialista fuerte donde la
clase obrera lo comandaría y el indio, pensado por él como campesinos
cumpliendo un rol central, la revolución expropiaría le entregaría la tierra
donde trabajan para empezar a compensar los desórdenes económicos.
La revolución tiene que tener un carácter socialista, antiimperialista,
no es necesario pasar por las instancias del capitalismo, sino que se puede
hacer la revolución socialista directamente, en esto plantea discusiones con la
III Internacional que indica que el camino al socialismo debe pasar por el
capitalismo, Mariátegui y otros pensadores como Mella plantean que no
necesariamente debe ser así.
"En conclusión, somos anti-imperialistas porque somos marxistas,
porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como
sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los
imperialismos extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las
masas revolucionarias de Europa.
Para Mariátegui esta revolución puede lograrse porque existe en el mundo
andino el comunismo indígena, al existir estas relaciones comunitarias,
ancestralmente comunistas, desde ahí pose podrá hacer un camino socialista
directamente. Acá vemos que Mariátegui rompe con la teoría etapista
de la revolución que plantea por ejemplo Haya de la Torre pensando la misma
cuestión.
Es por eso que reivindica esas cuestiones socioculturales como las
relaciones de las comunidades, la importancia del Ayllu, siempre subordinada a
la cuestión económica y social, sin embargo existe en Mariátegui una
determinación en la creación del partido obrerista y los obreros como cabeza
del proceso de cambio como vanguardia revolucionaria subordinando a los
sectores indígenas.
"el hombre contemporáneo siente la perentoria necesidad de un
mito. El escepticismo es infecundo y el hombre no se conforma con la
infecundidad. Una exasperada y a veces impotente "voluntad de creer",
tan aguda en el hombre post-bélico era ya intensa y categórica en el hombre
pre-bélico.
Para Mariátegui es muy fuerte la idea del "mito", es por eso
que su pensamiento es muy voluntarista, la revolución como mito, el socialismo
como mito, y también el mito incaico. Hay en él una influencia de la cultura
milenarista, para él la política no es toda racionalidad científica,
de partido con una doctrina, con un proyecto, sino que también la racionalidad
política esta debe contener un aspecto mítico y que hay que trabajar a fondo
sobre estas cuestiones de los mitos transformativos. El marxismo teórico tradicional ve esto en forma
negativa aunque, en la práctica, han construido sus propios mitos.