PARTICIPACIÓN DEL POBLADOR ANDINO Y DE LA
MUJER EN EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA
DEL PERÚ
HEROÍNAS INDÍGENAS, NEGRAS Y MULATAS OLVIDADAS
Miles de mujeres indígenas, negras y mulatas participaron en la gesta emancipadora sin estas valientes mujeres no hubiera triunfado la independencia del Perú. Sus luchas fueron destacadas, pero, luego silenciadas.
Miles de mujeres indígenas, negras y mulatas participaron en la gesta emancipadora sin estas valientes mujeres no hubiera triunfado la independencia del Perú. Sus luchas fueron destacadas, pero, luego silenciadas.
Ventura ccallamaqui (1814) dirigió en forma resuelta a fin de que
los indígenas salieran a combatir junto a los patriotas. En medio de gritos y
gran bullicio, ventura con otras mujeres solicitaban sumarse a la columna
patriótica que avanzaba triunfante hacia huamanga. La heroína exigió apoyo para
la rebelión del cusco, escuchándose el primer grito de rebeldía de cientos de
valerosas mujeres huamanguinas. Gracias a ccallamaqui, los patriotas entraron
triunfantes en huamanga.
MARÍA PARADO
DE BELLIDO
María Parado de Bellido es una de las mártires de la Independencia del Perú. Nació en Huamanga
en 1777, siendo hija de don Fernando Parado y una humilde campesina ayacuchana.
A los 15 años se casó con Mariano Bellido, con quien tuvo 7 hijos.
A finales de 1820, su esposo y dos hijos se unieron a las
guerrillas independentistas. En 1822, colaboró como informante del jefe
guerrillero Cayetano Quiroz. Gracias a sus mensajes, los patriotas salieron del
pueblo de Quilcamachay, cuando se acercaba un poderoso ejército enemigo.
En Quilcamachay, el general español José Carratalá descubrió
una de sus cartas y ordenó su captura. La huamanguina fue torturada, pero no
delató a sus compañeros. Murió fusilada en la Pampa del Arco de Ayacucho el 1
de mayo de 1822.

VENTURA
CCLAMAQUI
Ventura Ccalamaqui, valerosa mujer nacida en Ayacucho,
protagonizó un acto histórico de patriotismo hace cerca de 200 años al dirigir
un levantamiento popular en esta ciudad en apoyo a las huestes patriotas y la
corriente libertadora en los andes peruanos, relató el presidente de la
Asociación de Historiadores de Ayacucho, Sergio Gamboa Vega."Ventura
Ccalamaqui, se opuso a que los milicianos de Huamanga marchasen a enfrentarse
con los revolucionarios de Cusco, las mujeres tomaron el cuartel e impidieron
que los soldados marchen al sur", relató el historiador.stos actos
generó un conflicto político dentro de la región, pues nadie esperaba que estos
sucesos ocurrieran en la ciudad.Pocos
conocen esta historia, necesitamos un balance desde este año hasta la fecha,
para conocer el protagonismo de la mujer en la historia", indicó.
MICAELA BASTIDAS
Esta heroína de la Independencia del
Perú nació en Abancay en 1745, siendo sus padres Manuel Bastidas y Josefa
Puyucawa. A los 15 años se casó con el cacique José Gabriel Condorcanqui (Túpac
Amaru II) con quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando.
En 1780 lideró, junto a su esposo, la gran rebelión anticolonial buscando
acabar con el mal gobierno, las injustas reformas fiscales y los abusos contra
los indios. Al fracasar la sublevación fue capturada y condenada al
estrangulamiento. Murió junto a su esposo e hijo mayor el 18 de mayo de 1781 en
la Plaza de Armas del Cusco.
JUANA
MORENO
Juana
Moreno estuvo dispuesta a enfrentarse contra los abusos y excesos de los
encomenderos que vendían productos inútiles a los indígenas. En la provincia de
Huancalíes, Juana Moreno ayudó aprovisionando armamento para hacerle frente al
teniente corregidor General don Domingo de la Cajiga, quien hizo su ingreso al
pueblo de Llata a fines de julio de 1777, cuya misión ere el cobro de nuevos
tributos a los indígenas. Los indígenas rodearon la casa donde se alojaba el
jefe de las Milicias y fue Juana Moreno quien acabó con la vida del teniente
corregidor. La rebelión fue sofocada por las tropas.
CECILIA TUPAC AMARU
Cecilia Tupac Amaru, aunque esposa del español Pedro Mendigure, tenía
gran dolor por el mal trato a los indígenas y mestizos, lo que avivó su anhelo
de conseguir un cambio de sistema de vida para los suyos y por ello se dedicó a
organizar la despensa de víveres y el fondo económico que servirían para el
sostenimiento de la revolución. Cecilia, a pesar de su aspecto débil, no delató
a ninguno de los partidarios del movimiento sin importarle los suplicios. Ella
tomó parte en los preparativos bélicos del Cerro Piccho al lado de Túpac Amaru,
cuando en una forma inexplicable se realizó la retirada a Tinta. Sofocada la
revolución, ella fue hecha prisionera y condenada a una cruel sentencia debía
sufrir doscientos azotes dados por las calles públicas del Cuzco y luego el
destierro al convento de las Recogidas de Méjic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario