sábado, 1 de diciembre de 2018

POLÍTICAS DE DESARROLLO Y ECONOMÍA EXTRACTIVA EN EL PERÚ REPUBLICANO: GUANO, MINERÍA, CAUCHO, PETRÓLEO, MADERA, GAS, ETC

GUANO

(1845-1879) A partir de 1845, con la llegada de Ramón Castilla a la presidencia, el Perú inició un período de relativa calma política debido a que ahora los gobiernos gozaron de un ingreso económico inesperado: el guano de las islas. La exportación de este famoso fertilizante se hizo posible a la gran demanda de Norteamérica y Europa  por elevar su producción agrícola debido al crecimiento demográfico.
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Si calculamos la importancia del guano en la economía de la época podríamos decir que, cuando Castilla hizo el primer presupuesto para los años 1846-1847, la venta del fertilizante representaba el 5% de los ingresos totales; años más tarde, entre 1869 y 1875, el guano generaba el 80% del presupuesto nacional. Con esta inusual bonanza, luego de 20 años de anarquía y estancamiento, se podía recuperar el tiempo perdido: atraer la inversión e iniciar una vasta política de obras públicas para modernizar al país.El resultado final no fue tan alentador.El dinero generado por el guano fue destinado a rubros casi improductivos: crecimiento de la burocracia, campañas militares, abolición del tributo indígena y de la esclavitud, pago de la deuda interna y saneamiento de la deuda externa. Solo la construcción de los ferrocarriles y algunas inversiones en la agricultura costeña (caña de azúcar y algodón para la exportación) escaparon a este desperdicio.

Resultado de imagen para exportacion del guanoHacia 1870 las reservas del guano se habían prácticamente agotado y el Perú no estaba preparado para este colapso, cargado como estaba con la deuda externa más grande de América Latina (37 millones de libras esterlinas). Fue entonces que el país pasó, como tantas veces en su historia, de millonario a mendigo, sin nada que exhibir en términos de un progreso económico. El Perú no había podido convertirse en un país moderno con instituciones civiles sólidas.La razón de este fracaso ha sido explicada por la falta de una clase dirigente. Tanto los militares como los civiles surgidos bajo esta bonanza no pudieron elaborar un proyecto nacional coherente.

Dirigieron su mirada hacia el extranjero, apostaron por el libre comercio y compraron todo lo que venía de Europa arruinando la escasa producción o “industria” local. Con muy pocas excepciones se convirtieron en un grupo rentista sin vocación por la industria.
En especial los civiles no habrían podido convertirse en una “burguesía” decidida, progresista o dirigente. Aunque, como ya hemos mencionado, hubo al interior de esta élite gente que, como Manuel Pardo, imaginaron un desarrollo alternativo para el país. Pardo fundó el Partido Civil y en 1872 se convirtió en el primer presidente que no vestía uniforme militar. Su programa insistía en la necesidad de institucionalizar el país, fomentar la educación y construir obras públicas. Ya en el poder poco es lo que pudo hacer: el país se encontraba ahogado en su crisis debido al derroche de los años anteriores.Lima y la costa se beneficiaron de la bonanza guanera. El resto del país, esto es, los grupos populares y las provincias del interior, vivieron al margen de esta “prosperidad falaz” continuando en un mundo arcaico, especialmente la población andina. En 1879, quebrado y dividido, el Perú tenía pocas posibilidades de salir airoso en la Guerra del Pacífico. 


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CAUCHO
Esta fiebre está relacionada con la extracción y comercialización del caucho. Tuvo como centro a la región amazónica, disparando su proceso colonizador, atrayendo riqueza y causando transformaciones culturales y sociales, además de dar gran impulso a ciudades amazónicas como Iquitos en el Perú y en especial las ciudades brasileñas de Belém y Manaos.
En 1885, empezó la época del auge del caucho (aunque su explotación se realizaba ya desde tiempo atrás), producto cuya exportación aumentó año tras año hasta 1915, en que se registraron 3.029 toneladas métricas. Esta bonanza no volvería a repetirse. Iquitos experimentó durante aquellos años un auge y una prosperidad sin precedentes, bonanza que también alcanzó a otras ciudades como Tarapoto, Moyobamba, Pucallpa, Lamas y Leticia (en ese momento aún era peruana). Los patrones derrochaban el dinero que habían ganado y construían lujosas viviendas para las que importaban materiales desde Alemania y otros países de Europa. Se impuso la moda europea y los caucheros vestían con las mejores telas y bebían los más finos licores. Muchas de las construcciones que aún se conservan en Iquitos dan testimonio del efímero período de abundancia y de improvisadas fortunas que, al final de cuentas, se esfumaron con la misma facilidad con que se habían formado a costa de tantas vidas, abusos y sacrificios.
 MINERÍA
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El sector minero en el Perú es uno de los pilares de la economía peruana y exportaciones.La minería aporta un 20% de los ingresos fiscales,​ contribuye alrededor del 15% Producto Bruto Interno PBI nacional y el 60% de las exportaciones. La mayoría de las minas en el Perú se concentra en los Andes. Los principales productos mineros del Perú son la plata, el cobre, el zinc, el estaño, el bismuto y el teluro. La minería durante la época republicana fue iniciada por compañías extranjeras desde los inicios del Siglo XX durante la república aristocrática, pero en la década de 1970 durante el gobierno revolucionario de la fuerza armada las compañías pasaron a manos del estado, sin embargo tras la crisis de la deuda latinoamericana en la década de 1980 muchas compañías quebraron y algunas se convirtieron en fuentes inflacionarias.

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